¿En qué momento se encuentra el sector?
Tuvimos un descalabro muy grande en 2008, nuestro volumen de actividad bajó un 80 %, y esto es algo que hay que tener en cuenta. Desde entonces nos hemos mantenido en unos niveles semejantes. Todavía estamos intentando recuperarnos. Hay una línea mínimamente ascendente. Nuestra actividad se ha modificado mucho, los arquitectos ya no viven exclusivamente de construir viviendas. Estamos en un momento complejo de la transformación de la profesión. El arquitecto tiene un largo camino para recorrer, un futuro brillante por delante.
¿Hasta qué punto está afectando el contexto económico?
Creo que los arquitectos tenemos la cualidad de adaptarnos al presupuesto. Cuando realizas un proyecto tienes el dinero antes de empezar, tenemos que saber buscar las mejores soluciones de proyectos.
La sostenibilidad, principal eje de Construmat por segundo año, es el principal reto de la construcción. ¿Cómo la están afrontando los arquitectos y las arquitectas?
En Barcelona se están construyendo edificios con una innovación y una apuesta muy fuerte de estructuras de maderas, de aislamientos naturales, etc. Se está haciendo muy buen trabajo de innovación, pero con poca cantidad, seguramente a causa de la poca inversión. Debemos explicar muy bien hacia dónde va la sostenibildiad, porque es un valor que tenemos en Barcelona y que en este proceso europeo de rehabilitación y eficiencia energética estamos muy avanzados. Ahora falta la práctica, que ya se está haciendo, pero en más ámbitos y en mayor cantidad. Los arquitectos y las arquitectas somos conscientes de hacia dónde debemos ir y estamos muy preparados.
Lo importante de Construmat es que los promotores vean la importancia de todo esto, porque al final son quienes pagan y deben ser conscientes de esta apuesta. Siempre es más cara la construcción sostenible.
¿Ligado a la sostenibilidad, la rehabilitación debe ser el futuro de la arquitectura?
Sí, lo veo muy claro, desde hace mucho tiempo. En Europa hace dos siglos que contaminamos y extraemos en el resto del mundo de forma despiadada y ahora debemos levantar la mano y decir que sean sostenibles y ahorren. Los europeos hemos sido los que más hemos contaminado y extraído en todo el mundo. Actualmente una parte de nosotros somos conscientes de que debemos ser sostenibles, pero hay otra parte que no nos atrevemos a decir a los demás que también deben serlo.
En Europa tendremos que dedicarnos a rehabilitar desde estas dos vertientes: mantenimiento y estética, y juntarla con la eficiencia energética. Los recursos de la tierra son limitados y los edificios gastan mucha energía y de esto nos hemos dado cuenta hace muy poco.
En el mundo hay todos los problemas derivados de las migraciones y de las consecuencias del cambio climático, que cada vez serán más exagerados, y necesitarán de nuevas ciudades, de nuevas construcciones.
¿Qué esperan de la próxima edición de Construmat?
Esperamos ver qué nuevos materiales proponen las empresas, qué nuevas soluciones constructivas innovadoras se proponen y, sobre todo, encontrar diálogo entre arquitectos y vendedores de materiales.
Una de las cosas que para mí es más importante es que arquitectos y empresarios se encuentren para llegar a soluciones conjuntas. Los profesionales de la arquitectura tenemos mucho que decir para ayudar a quienes venden materiales para que sean lo más aplicables posible. Construmat es un win-win muy importante. Si los constructores que venden materiales pueden recibir buena información de lo que necesitan los profesionales de la arquitectura, podrán vender más fácilmente. Unos venderán más y los otros podrán realizar mejores proyectos.
Construmat es un lugar para debatir e innovar conjuntamente, es donde se da cita todo el sector, es un salón totalmente transversal.
¿Construmat puede contribuir a acelerar la consecución de los retos del sector?
Sí, claro, muchísimo. Construmat está en Barcelona, una situación geográfica muy potente y atractiva. Los africanos están más cómodos viniendo a Barcelona, empezando por los marroquíes. Por lo tanto, es una apuesta importante invitar a los empresarios que invierten en África a venir a Barcelona y que Construmat sea el nexo de unión entre los empresarios europeos y los africanos. Es un valor que sin duda hace de Construmat una feria única. Es bonito ser motor de la relación con África desde Barcelona.